lunes, 26 de marzo de 2012

vida

vida con mayúsculas
eso es lo que Caridad le ha dado esta tarde a Martina. Un puñado enorme de vida.
Se lo ha querido dar mano a mano, muy de cerca. Ha querido asegurarse de que no se derramara ni una gotita por el camino.

Y lo ha conseguido.

El adiós de Caridad más que un adiós me ha parecido un gran homenaje. Como en Big Fish. Un homenaje a la vida. Vida en cada abrazo entre sus hijos, nietos, amigos. Abrazos que hablan de una gran vida.

Durante el entierro los familiares rodeaban en semicírculo el sepulcro. Y en el centro del semicírculo Joan, su marido, no despegaba la mirada de la lápida.
Pasaron quizá veinte minutos hasta que la losa cerró el sepulcro. Veinte minutos que a Joan, supongo, le debieron pasar volando. Vida. Según se iba cerrando la lápida se le escapaba un trozo de vida. Sus ojos vidriosos despedían toda esa VIDA que se le estaba escurriendo lentamente.

Pero Caridad guardaba un as en la manga, y por supuesto no iba a permitir que toda esa vida se fuera así de repente.
Se cerró la lápida.
Un silencio largo de última despedida.
Y suena un teléfono.

Es Martina, su bisnieta que ya viene al mundo.

Ese era el as que se guardaba Caridad en la manga. VIDA.

Mucha vida para Martina.
 
Y también un poquito de vida para todos nosotros :)

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